Carta de Florencia

Escribo brevemente solo de forma introductoria a lo que a continuacion voy a compartir con ustedes, hace poco mas de una semana Florencia, superviviente de abuso sexual, me escribio al mail, y me dejo una carta abierta que escribio tiempo despues de lo sucedido, cuando se animo a hablar, a raiz de comentarios que surgieron, comentarios como los que mencione en mi anterior post, por parte de una profesora de la institucion en la cual estudiaban tanto Florencia como su agresor, esto nos marca varias cosas, segun la lectura que yo pude hacer, como por ejemplo a los docentes la importancia de sus trabajos y el compromiso que simbolizan, por el cual cualquier comentario de mas resulta, muchas veces, un importantisimo agravio.
No tengo mucho mas para agregar pues ella bien supo hacerse entender y sumar su imprescindible grano de arena a esta pelea, sin embarso si quiero aclarar que sacamos toda la informacion especifica de la carta, como ser nombres de personas e instituciones y etc. para resguardarnos legalmente y para darle sentido al mensaje y no a los protagonistas, para pensar mas en el "Qué" que en el "Quien".

Florencia logra ponernos frente al espejo para preguntarnos... ¿Estamos Realmente preparados para oir sobre abuso sexual?... Podemos diferir en las respuestas, pero todos debemos tener una... Todos... y de esto se trata "que Nadie se Entere"


Matías.

m.marques.monteiro@gmail.com





Carta abierta a la Señora Profesora

(A propósito del malestar que le ha despertado, que de a conocer que he sido abusada por un alumno de la Institucion)




Su actitud Señora, ha sido fiel expresión de la doble moral burguesa, en donde la esfera pública está completamente divorciada de la privada.

Así pues, si yo soy asesino, violador o delincuente, siempre y cuando tenga el cinismo suficiente para llevarle una manzana al profesor y comportarme bien en público seré compatible socialmente y tendré derecho a seguir mi vida como si nada.

Paradójicos, estos valores, que cuestionan a la víctima por dar a conocer cosas que preferimos no oír, antes que al victimario, que sigue merodeando los mismos pasillos que todos nosotros.

Me duele y me decepciona y deja en evidencia cual es su concepción de la Escuela: evidentemente una maquinaria bien aceitada, donde incorporamos, cientos de partituras o escalas de color para ser individuos virtuosos y políticamente correctos.

¿Y el plano ético-moral?

¿Y el desarrollo humano sensible en la relación con el otro?.

Se amputa, eso quizás también pertenece a la esfera privada, ¿no?

Pero es peor aún, pues es imposible dejar lo humano fuera, con su actitud usted me corrige y me enseña qué tipo de humano debo ser, y coincide desde ya con lo que el sistema necesita: gente educada en el silencio, en la sumisión, que sepa que debe responder cuando se le pregunta y así van modelando nuestros cuerpos y nuestras mentes en sujetos fácilmente oprimibles, no pensantes.

En este contexto, ¡qué escándalo! ¡¡¡Qué impudicia!!!...

he hablado sin que se me pregunte,

he pegado un cartel en una pared limpia y blanca,

he denunciado algo que debe callarse

y en vez de agachar la cabeza, la levanté y grité…

¿Es conciente Señora de todo lo que estaba enseñándome?

Yo he tardado 2 meses en poder hablar, hay mujeres que no pueden nunca, por miedo encontrar actitudes como la suya en vez de un abrazo o una palabra de consuelo.

Falta mucha reflexión. Ojalá esta desgracia, sirva al menos para eso.




Florencia